Derechos Humanos

Este año que a punto está de terminar ha sido el 60 aniversario de la declaración universal de los derechos humanos. Una declaración de singular belleza en sus palabras, pero desgraciadamente poco respetada en este mundo nuestro.

Solo recordar aquí el artículo primero:

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

La campaña "Every Human Has Rights" nació para transmitir el mensaje de que las palabras no valen nada sin los hechos.






Puedes leer la declaración, encontrar más información y firmar la petición aquí.

Terrorismo contra las mujeres

Concentración el 25 de noviembre en la Plaza Mayor


Texto de Carlos del Castillo

Ayer, en la Plaza Mayor de Morata de Tajuña se celebró una concentración contra el maltrato a las mujeres. Algo que se ha venido a llamar violencia de género.


Con ese pomposo titulito parece que se quiere decir algo sin exabruptos o palabrotas, de manera más "elegante" y menos grosera. Pues bien, eso que llamamos ahora maltrato doméstico o violencia de genero no es más que un delito canalla y abyecto. Una sinrazón cobarde, amparada en el miedo y el silencio de las víctimas, son asesinatos viles.

Son todas esas palabras que los grandes líderes políticos sacan a pasear cuando un atentado terrorista conmociona la vida pública española... porque la violencia contra las mujeres es terrorismo puro y duro. Pero nos afecta menos.

La pasada campaña electoral se interrumpió porque el siete de marzo ETA asesinó de forma cruel, cobarde e injustificada al ex concejal socialista Isaías Carrasco. Todo el mundo sabe su nombre.

El 26 de febrero de 2008, diez días antes, murieron cuatro mujeres en ese mismo día a manos de cuatro hombres en Madrid, Puerto de Santamaría (Cádiz), Cullera (Valencia) y Valladolid. Y nadie (excepto Izquierda Unida en el debate de TeleMadrid) dijo una sola palabra en la campaña electoral. Por supuesto no se paró la campaña, a pesar de ser ejecuciones igual de crueles, cobardes e injustificadas que el asesinato del ex concejal. Cuatro mujeres muertas en un día y nadie recuerda sus nombres.

¿Qué está pasando? ¿Qué ocurre en esta sociedad que amplía sus sensibilidades en materia de tolerancia y solidaridad y al mismo tiempo asiste casi muda a un terrorismo de alta intensidad y expansivo (cada año mueran más mujeres a manos de sus parejas)?

Y ¿qué pasa con tantísimas mujeres que sufren día a día palizas, ofensas, humillaciones y toda clase de sin sabores en su propia casa, en lo que debería ser su hogar? ¿No es eso un tipo de secuestro y tortura?

¿Qué ocurriría si en un mismo día ETA asesinara a cuatro ex concejales en cuatro ciudades españolas?, ¿cuál sería la repercusión no sólo nacional sino también internacional?, ¿qué pasaría si ETA secuestrara y torturara a 447 (denuncias de malos tratos en 2008) personas al año?

Es evidente que queda muchísimo por hacer. Y los poderes públicos son los primeros que deben ponerse a trabajar, arremangados, con el ceño fruncido y la clara voluntad de acabar con el terrorismo contra las mujeres (¿recuerdan eso de "contra el terrorismo, venga de donde venga").

Pero también queda mucho que hacer en la calle, con los vecinos y vecinas, con amigos y amigas.

A las mujeres les queda un camino larguísimo en el reconocimiento de sus derechos como personas, partiendo del derecho a la vida y a la dignidad. Y ese camino lo tenemos que recorrer los hombres también, porque sin la libertad plena y derechos plenos de las mujeres no somos hombres plenos, ni plenas personas, ni libres, ni nada.