UNA REFORMA LABORAL AGRESIVA CONTRA LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES
El pasado viernes el
gobierno del PP presentó su reforma laboral, o mejor dicho, la
reforma laboral de la CEOE, el FMI, el Banco Mundial, los tan manidos
mercados, y todas aquellas instituciones que han generado una crisis
capitalista cuya traducción en España es la dramática cifra de 5,3
millones de desempleados. Una reforma laboral que supone la muerte
del derecho laboral en su configuración clásica, es decir, como
peso y contrapoder a la parte fuerte del contrato de trabajo, el
empresario, ahondando la situación de desigualdad en la que se
encuentra ya de por sí el trabajador. A partir de ahora, el
trabajador queda desamparado y desprotegido frente al empleador,
reducidos a la máxima expresión sus derechos, incluso los
constitucionales.
Uno de los culpables de
la crisis, el actual ministro de economía español y ex directivo de
Lehman and Brothers, en un claro ejercicio de cinismo, se dirigió al
Comisario de economía de la UE para informarle de que la reforma
laboral sería extremadamente agresiva. Y cierto, lo es, contra los
derechos de los trabajadores. Contra aquellos que no han generado su
crisis.
Es una reforma injusta,
éticamente repugnante, y lo que es peor, va a aumentar las
desigualdades sociales reduciendo aún más los salarios en España y
aumentado el desempleo hasta los 6 millones de parados. No hay por
donde cogerla.
Un análisis rápido de
las medidas, lo cual no es fácil, pues supone la reforma más
profunda y agresiva de la democracia, nos deja las siguientes medidas
estrella:
Libertad absoluta para despedir al objetivar por ley el
despido procedente y eliminar la autorización administrativa en los
despidos colectivos (ERE).
Rebaja sustancial de la
indemnización por despido, generalizando la de 20 días,
con un máximo de 12 mensualidades y, dejar el despido improcedente
en 33 días con un máximo de 24 mensualidades como norma general
para todos los contratos a partir del 12 de febrero y, como residuo
los 45 días hasta esta fecha de febrero y sólo para aquellos
contratos anteriores a 1984. La coincidencia con la novela de Orwell,
entendemos que es mera casualidad, pero resulta chocante.
Libertad absoluta del empresario
para rebajar el salario de los trabajadores de forma unilateral. Se
abre la puerta a una rebaja general de salarios que traerá más
crisis y más paro
Despido absolutamente gratuito
para las empresas de menos de trabajadores/as, al
permitirles contratos con un período de prueba de 1 año y de ser
despedidos durante el periodo de prueba, la indemnización es 0.
Eliminación de la fuerza
normativa del Convenio Colectivo por dos vías, una,
permitiendo que el empresario se descuelgue de la aplicación de las
condiciones salariales y de las condiciones de trabajo :
jornada, sistemas de retribución, sistemas de turnos, movilidad
funcional y geográfica y, la otra, terminando con la ultraactividad
de los convenios fijando un tiempo máximo de 24 meses. Se tiende a
la negociación individual y al convenio de empresa.
Instauración de los contratos
precarios como la norma de contratación (contratos muy
baratos que el trabajador, si quiere, complementa con sus
prestaciones de desempleo) y, a la vez, contratación incentivada y
subvencionada, para el empresario. El empresario se queda con el 50%
de la prestación de desempleo del trabajador.
Eliminación del fuerza de las
y los trabajadores al dejar sin contenido efectivo el derecho
fundamental de los sindicatos a la defensa de los derechos
colectivos, otorgando al empresario toda la capacidad de
decisión a la hora de cumplir o no las condiciones colectivas
pactadas en los convenios.
Facilitación del despido por
absentismo incluyendo las bajas por enfermedad justificadas.
Modificación del contrato a
tiempo parcial para compatiblizarlo con las horas extraordinarias,
lo que sin duda favorecerá el fraude en la contratación y la
consiguiente reducción de cotizaciones a la Seguridad Social.
Reducción de las y los
empleados públicos igualando sus condiciones a las de la empresa
privada y permitiendo que las personas que cobran el
desempleo desarrollen trabajos de los servicios públicos.
Se ha vaciado de contenido democrático
el sistema de relaciones laborales, con el claro objetivo de provocar
un cambio de mentalidad en la sociedad: una ciudadanía más sumisa,
con menos derechos y menos protestona. La reforma del PP supone un
aumento del poder empresarial frente a unos trabajadores desposeídos
de protección que se enfrentarán a reducciones de derechos
adquiridos, incluso salariales, con la espada de Damocles sobre sus
cabezas de un despido fácil, rápido y barato.
Por eso, a la ciudadanía ya sólo nos
queda una vía: TOMAR LA CALLE.
¡POR LA DEROGACIÓN DE ESTA REFORMA
INJUSTA, INHUMANA Y AGRESIVA¡
¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN¡
Abraham Escobar.
Secretario de Jurídica de CGT/Aena
This entry was posted on 13 de marzo de 2012 at 18:32. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.
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