El pasado día 4 de abril se había suspendido el servicio de autobuses por la ruta habitual debido a los actos culturales del pueblo, pero en la parada del autobús no había cartel alguno que informara de ello, sólo podía leerse un cartel que avisaba de que el 5 de abril se trasladaba la parada.
En la parada había varias personas esperando a coger el autobús (sobre las 7'30 am) pero por allí no pasó ninguno.
También estaba allí la concejala de Participación Ciudadana. A ella le preguntó una vecina si podía llamar a los municipales con su móvil para decir que pusieran el cartel informando de que el día 4 tampoco habría servicio, pero ella no quiso. Eso sí: la concejala le dio el teléfono del 112 para que llamara ella misma. Después le facilitó el de la policía municipal ¡Qué detallazo y despliegue de cortesía!

Así que, hoy carita doble: Una carita triste al ayuntamiento por no informar correctamente a los vecinos y vecinas de los cambios en la parada del autobús, lo que produjo perjuicios a los que tenían que trasladarse temprano ese día; y otra cara triste para la Concejala, por no querer perder los céntimos que cuesta una llamada para informar de lo que estaba pasando.